Kelvin Santos fue declarado muerto el pasado viernes en un hospital del norte de Brasil. Sufría neumonía y durante un tratamiento el pequeño dejó de respirar por lo que tras el protocolo habitual le entregaron el cuerpo en una bolsa plástica a la familia. Al día siguiente, durante el funeral la familia contó que Kelvin se sentó, pidió agua antes de volver a desvanecerse y caer sin vida
Kelvin Santos fue declarado muerto el pasado viernes a las 19:40 por médicos del hospital de Belem, en Brasil, según publicó un periódico carioca local.
Los médicos escribieron en las causas de la muerte: insuficiencia respiratoria, deshidratación y neumonía. Sin embargo, un día después durante el velatorio el pequeño se sentó en el ataúd y después de pedir agua volvió a 'morirse'.
Nadie podía creer lo que veían y comenzaron a gritar que era un milagro y "pensamos que nuestro hijo había vuelto a la vida", contó el padre de Kelvin Santos.
La familia corrió con el pequeño hasta el mismo hospital donde 24 horas antes lo habían declarado muerto y allí después de examinarlo confirmaron que no tenía constantes vitales.
"Me aseguraron que él realmente estaba muerto y no me dieron ninguna explicación de lo que habíamos visto y oído", contó el hombre.
Después de lo ocurrido la familia decidió aplazar el funeral con la esperanza de que despertaría de nuevo, pero finalmente lo enterraron a las 17.00 horas del sábado en un cementerio local.
El padre de Kelvin Santos considera que su hijo fue víctima de una negligencia médica y ha denunciado lo ocurrido ante la policía que ha abierto una investigación para esclarecer el asunto.